Integración y automatización han sido y seguirán siendo la clave para que el entorno de la distribución pueda proporcionar un servicio de alta calidad en un entorno convulso. Disponer de la tecnología adecuada ha sido estratégico para que estas empresas hayan podido gestionar con maestría sus niveles de inventario, los pedidos de ventas, los precios, el envío, el abastecimiento o la facturación. Con todo, la industria mayorista ha logrado optimizar sus procesos comerciales, haciendo que toda su información permaneciera segura y accesible.
Pablo Couso, director comercial de Datisa dice que “la industria mayorista ha sabido leer muy bien las exigencias de un entorno crítico en el que garantizar la flexibilidad, la eficiencia y la continuidad de las operaciones ha sido determinante. Aquellas organizaciones que han contado con información precisa y en tiempo real han tenido una mayor capacidad para identificar con antelación las situaciones comprometidas e implementar un abordaje preciso”.
Al principio del confinamiento, debido al inesperado incremento del consumo doméstico en muchos sectores, era frecuente encontrarnos con web saturadas y pedidos que tardaban en llegar o lo hacían sin muchos de los productos solicitados como consecuencia de las roturas de stocks. Sin embargo, son muchas las pymes en el entorno de la distribución mayorista que han sido capaces de adaptarse a los cambios en la demanda, y de optimizar los procesos de compra y mejorar la calidad del servicio al cliente, gracias a que durante los últimos años se han transformado digitalmente, y han ido implementando soluciones tecnológicas en las que han apoyado sus procesos minimizando los tiempos, reduciendo los costes y optimizando el suministro y la disponibilidad.
Como explica Pablo Couso, “operar en el entorno de la distribución a través de un ERP dinámico, seguro, flexible y con una amplia cobertura funcional como la que aporta el ERP de Datisa, permite que las organizaciones puedan hacer más eficiente toda su operativa, desde la gestión de almacenes, hasta la administración de inventarios, pedidos -compras y ventas-, e integrar todas estas actividades con las finanzas, la contabilidad o el entorno comercial. De este modo, los distribuidores consiguen mejorar la satisfacción del cliente, reducir los tiempos de pedido y controlar los costes en toda la cadena de suministro y distribución”.
Ahora bien, el entorno de la distribución, al igual que muchas otras industrias, han precisado de una revisión acelerada de sus procesos internos, para superar los nuevos retos impuestos por la crisis del coronavirus. Mejorar la productividad y poder tomar decisiones en tiempo real, ha sido determinante para apoyar el funcionamiento y la rentabilidad de muchos mayoristas.
Controlar el ciclo comercial, desde la facturación hasta la gestión de los clientes, proveedores y representantes, y optimizar el almacén con soluciones integrales que permitan operar con códigos de barras, controlar la trazabilidad o gestionar las ubicaciones, además de extraer el máximo rendimiento al espacio del almacén, han sido solo, algunos de los primeros requisitos que han tenido que cumplir los distribuidores y mayoristas para dar la talla.
Y lo han hecho apoyándose en aplicativos ERP que les han permitido abordar con agilidad y seguridad los siguientes procesos y funciones: