El descubrimiento del hierro, tiene lugar hace por lo menos 3.000 AC. Fechas en las cuales ya se utilizaba este material para hacer diferentes figuras que adornaban los palacios y las tumbas de los faraones en el antiguo Egipto. Por esta razón se considera que la profesión del herrero inicia más o menos por estos años. Siendo considerada como una de las profesiones más antiguas del mundo.
El herrero, es aquella persona encargada de trabajar con metales. Su oficio consiste en derretir y modelar el hierro. Al principio, los mejores herreros eran aquellos hombres capaces de crear las más poderosas espadas, las cuales serian utilizadas por los grandes ejércitos para conquistar tierras nuevas. También se especializaban en la producción de hierro a medida, sobre todo en la elaboración de los escudos y armaduras, las cuales debían tener medidas exactas.
Con el paso del tiempo, el herrero creo lo que hoy se conoce como carpintería de hierro. Este es el nombre de muchas empresas que procesan este mineral, sin embargo, anteriormente se conocía de esta manera al taller donde el herrero hacia su trabajo. El cual consistía en calentar el mineral hasta que el mismo se pudiera moldear.
Para ello, los herreros han utilizado diferentes materiales, como la forja, que es el lugar donde se mantiene el calor, es decir donde se controla la temperatura. Además está el yunque, este se utiliza para colocar el mineral en donde será forjado. Por otra parte se encuentran las tenazas, las cuales sirven para tomar el hierro caliente.
También suelen utilizar los moldes de metal, que como su nombre lo indica sirven para dar forma al metal. Y por último, se encuentra la fragua, la cual es la herramienta utilizada para colocar el carbón y calentar el metal para posteriormente se le pueda dar la forma que necesite el herrero.
Con el tiempo llegó la mecanización del campo y los adelantos modernos. En pocos años las yuntas de animales fueron sustituidos por tractores. Los antiguos carros por remolques. Los arados romanos por los nuevos artilugios de varias vertederas. En los hogares dejaron de necesitarse trébedes y útiles semejantes. Los enrejados para las ventanas se hacían en talleres especializados. El tío Gregorio tuvo que cerrar la fragua años antes de la jubilación.
Este es uno de los oficios de antes que como tantos otros de la vida rural se perdieron con el pasocde los tiempos. Eran otros tiempos, en los que se vivieron tanto momentos duros como buenos, y se recuerdan con una nostalgia encantadora.
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