La preparación de la mesa de un restaurante, y en general de los muebles dedicados a la clientela, es deber de los camareros. Si el local es de nivel medio-alto, la mise en place se debe realizar con mucho cuidado, siguiendo algunos pasos esenciales.
Se empieza por los manteles, que deberán colocarse en el mismo sentido y posición en todas las mesas, sobre los cuales colocaremos todos los accesorios decorativos. El segundo paso conciernte las sillas del restaurante: ya que su distribución es necesaria para entender la posición de las mesas y facilitar la ubicación de los comensales en las grandes mesas. La alineación de las sillas puede esperar el arreglo de vasos, platos y otros utensilios de restaurante.
Llegados a este punto se pasa a la preparación de las mesas con la exacta disposición de servilletas, cubietos, vasos o copas de restaurante y todos los demás accesorios. Su colocación dependerá del número de utensilios a utilizar y del tipo de mesa que se quiere crear (más o menos informal). Al final de la preparación, la distribución de los elementos accesorios completa la mise en place: salero, número de mesa y flores. Durante el servicio se añade el pan (en los banquetes, poco antes de empezar el servicio). Incluso estos accesorios secundarios se distribuyen según un esquema determinado.
Justo antes que el servicio empiece debe llevarse a cabo un control final para verificar que todo esté en su lugar. En especial hay que poner mucha atención a que las sillas y mesas queden alineadas, equidistantes y con todos sus cubiertos y copas con todo el material limpio y bien plancado.