¿Te atreves a visitar los pueblos blancos de la sierra de Málaga?
Varias provincias de España son conocidas fuera de sus fronteras por sus maravillosos pueblos de la sierra. Estos pueblos destacan siempre en nuestra memoria por la paz y tranquilidad que nos reportan cuando estamos en ellos. Estos lugares situados en mitad de la naturaleza son ideales para escaparte algún que otro domingo o para pasar nuestras merecidas vacaciones. Para que no te conformes con visitar un solo pueblo, te recomiendo que visites estos tres y disfrutes de sus vistas y artesanías. Para tu comodidad, siempre puedes contratar un servicio de alquiler de coches.
El primer pueblo que te recomiendo es Nerja, donde no debemos perdernos su cueva. Está situada junto al pueblo de Maro y consta de casi 5 kilómetros de galerías que ilustran pinturas rupestres, yacimientos y extractos arqueológicos. Sólo el primer tercio de la cueva es visitable debido a la peligrosidad que se expone el ciudadano al seguir explorándola. Los otros dos tercios que no pueden ser visitados pertenecen a las Galerías Altas y Nuevas. En La parte que sí puede ser visitada encontraremos múltiples y variados espeoleotemas, es decir, numerosas estalactitas, estalagmitas, columnas y coladas.
El segundo pueblo significativo es Ronda. Aquí puedes encontrar uno de los monumentos más emblemáticos que podemos encontrar en Ronda es su Puente Nuevo. Fue construido entre los años 1759 y 1793, pasando por una garganta de 100 metros de profundidad excavada en su día por el río Guadalevín y que une la zona histórica y moderna de la ciudad. Hecho de sillería de piedra, presenta un arco central de medio punto que se apoya en otro arco más pequeño que es por el que transcurre el río. Por la parte superior pasean los turistas, que se quedan impresionados por la maravillosa naturaleza que encuentran a sus pies.
El tercero sin duda es Antequera y te cuento por qué. En el Torcal de Antequera existen multitud de especies de invertebrados, siendo en su mayoría insectos. Las comunidades zoológicas carecen de grandes predadores o grandes herbívoros, siendo únicamente representativas en este sentido el zorro y la cabra montesa. Uno de los valores más notables de la composición faunística de El Torcal es la riqueza de aves que se encuentran entre sus límites, bien sean de forma sedentaria o simplemente como estación de paso en las vías migratorias o como punto clave para hacer su nido y tener crías. En este sentido, la sierra fue declarada como Zona Especial para la Protección de Aves.