La cuestión de comprar o no un coche, se convierte en una importante decisión ya que se trata de una gran inversión la cual hay que tener muy clara antes de llevarla a cabo. Y es que esta decisión va tras la decisión de compra de nuestra casa, por el volumen de dinero del que se trata. Sin embargo, el mercado ofrece una serie de alternativas que te ayuden a amortiguar ese gran gasto.
Las alternativas más llamativas e importantes con respecto a estas facilidades son el renting y el leasing. A través de estas alternativas se puede optar por un coche a través de una cuota mensual en la que se incluye una serie de servicios en relación a los usos del vehículo. Estamos ante una forma de financiación que suele hacer para períodos comprendidos entre 6 meses hasta los cinco años (cada uno en función de su presupuesto. Decidirá el mejor plazo que le convenga y sea posible).
Este tipo de contrato de alquilar coches además de ser ofertado a empresas, también puede ser disfrutado por autónomos así como particulares. Siendo las empresas y autónomos los que se benefician de una serie de ventajas fiscales, ya que existe la desgravación de los gastos incluidos en el vehículo.
Una ventaja principal es que no habrá preocupación acerca de papeleo, mantenimiento del vehículo, averías, impuestos, etc. El renting se trata de una transacción entre la empresa y el cliente sin que exista intervención bancaria. Habrá una cuota mensual que será fija, cuya cantidad dependerá de los servicios que se hayan incluido y contratado.
Otra ventaja es que el cliente no debe encargarse de la venta del coche. Entre las decisiones con respecto el coche, puede cambiar de modelo, prorrogar el contrato e incluso comprarlo si lo desea. El cliente podrá elegir el coche, modelo, marca así como el equipamiento de este.