La difusión de las laminadoras de hojaldre en las pastelerías

Publicado el 22.08.2016 13:08 en Empresas y Servicios

 

excelentes resultados hasta con operarios con poca experiencia.

Entre todas las maquinarias del sector alimentario que se pueden encontrar en los laboratorios, un rol importante lo desempeña la laminadora profesional, muy usada también en las pastelerías artesanales para la preparación del hojaldre.

Después de que la masa haya sido preparada (normalmente con el utilizo de una amasadora planetaria u otros modelos), esta se procesa en la laminadora de manera que se consigan hojaldres regulares y con un grosor uniforme. Las laminadoras pueden estar colocadas sobre una mesa o bien sobre el suelo, con un soporte específico. El procedimiento de la elaboración es el mismo sea que se trabaje el hojaldre para pasta fresca, sea en el caso de hojaldre para dulces u otros productos salados (no es una casualidad que actualmente es una maquinaria para pastelerías que nunca falta, nisiquiera en los laboratorios más pequeños).

La masa se hace pasar delicadamente en el interior de la máquina, utilizando antes el diámetro más grande y luego con los diámetros más pequeños, hasta alcanzar el justo grosor del hojaldre. Normalmente se puede elegir un número variable de grosores, pero obviamente esto dependerá del modelo de laminadora. Los rodillos de la laminadora emprenden el movimiento giratorio por medio de una manivela o, en los modelos más recientes, gracias a un motor eléctrico, según se trate de una laminadora manual o bien automática. Ahora no queda más que elegir entre dejar el hojaldre entero o cortarlo con específicas maquinarias pasteleras, todo según el producto final que se quiera realizar.

Las laminadoras son máquinas compactas, con gran sencillez de utilizo y no ocupan mucho espacio en el interior de los laboratorios; también permiten trabajar grandes cantidades de masas en tiempos muy rápidos. En cuanto a los aspectos negativos, la laminadora de hojaldre es una maquinaria para pastelería, y otros negocios hosteleros, que no se puede desmontar y lavar, por lo tanto para evitar la formación de óxido es necesario limpiarla con regularidad con un trapo húmedo y eventualmente secarla bien. Además, si bien el uso de este equipo hostelero sea intuitivo, lo mismo no se puede decir de todos los accesorios como por ejemplo de aquel para realizar raviolis, para los que es necesaria un poco de práctica.

Para concluir, se puede notar con evidencia que para trabajar grandes cantidades de masa, las laminadoras se han convertido en máquinas para alimentos insustituibles en las pastelerías, panaderías y muchos negocios más de la hostelería,  igual que con las amasadoras o batidoras planetarias o los hornos profesionales.