Los hornos para pizzería eléctricos son protagonistas de una gran difusión en las cocinas profesionales de los negocios de hostelería. Los factores de este subidón son esencialmente la versatilidad y la sencillez de uso, en especial con respecto a los hornos de pizza a gas.
Entrando aún más en el detalle, los hornos de pizza eléctricos tienen la ventaja de poder ser controlados por medio de mandos electrónicos y de contar con muchas funciones como el grill, la ventilación, el calentamiento simultáneo o alternado de la base y el techo, y mucho más. Los elementos de calor en esta clase de horno para pizzería profesional, están colocados en la parte inferior y superior de la cámara, de esta manera es posible elegir que parte utilizar y eventualmente regular temperaturas diferentes según la exigencia. Un uso combinado del calentamiento superior e inferior permite conseguir excelentes niveles de cocción uniforme ya que el calor se distribuye de manera homogénea, sin correr el riesgo de hacer pizzas quemadas en algunas partes, tal y como podría ocurrir en hornos pizza de gas, en los puntos expuestos a la llama.
La regulación de la temperatura es muy sencilla gracias a la presencia de pomos o mandos electrónicos; los elementos de calor funcionan al máximo hasta alcanzar la temperatura establecida (algunos modelos de hornos profesionales alcanzan los 500 grados) y luego se apagan, una vez que el sensor señala la temperatura deseada. Por lo tanto es fácil intuir que la regulación de la temperatura es mucho más exacta con respecto a los hornos para pizzería a gas.
Otra ventaja más de este tipo de maquinaria hostelera es la mejor gestión de la humedad en el interior de la cámara del horno eléctrico: gracias a la presencia de los burletes, la humedad no se disperde hacia el exterior y permite producir pizzas caracterizadas por una mayor suavidad, evitando el riesgo de hacerlas secas y crocantes.
Para resultados optimales aconsejamos hornear la pizza obviamente cuando se haya alcanzado la temperatura de trabajo, apagar los elementos caloríficos durante la fase de cocción y de activar la función de ventilación durante los minutos finales para facilitar la doradura de la pizza.